Flexibilidad de Proyecto / Mauricio Pezo


[...] De acuerdo con esta mirada desinteresada, entendemos que el proyecto sólo cobra sentido cuando establece relaciones adecuadas, aquel fitness que -en un alarde metodológico- postulara Alexander, entre una serie limitada de condiciones puntuales que vienen cargadas, cada una, con su propia energía. Condiciones que, en cuanto estructura líquida y en movimiento, serían asimilables a las burbujas de una espuma: una estructura inestable de películas jabonosas, cuya energía es proporcional a la dilatación de su tejido elástico, que progresivamente se va fusionando, primando las de mayor tamaño sobre las más pequeñas, y terminan por hacer de la estructurauna pelicula simple, una sola unidad.

Del mismo modo, en el proyecto hay condiciones que decantan, unas se debilitan y desaparecen mientras otras se vuelven obligaciones. Finalmente son sólo las condiciones más fuertes las que tienden a cristalizar en una unidad arquitectónica, en un sistema con sentido para usar la categoría kantiana. Esta figura -por los matemáticos conocida como superficies minimales y por los físicos como ley de la mínima acción- supone la tendencia a un principio natural de economía de medios. Son estos acomodos necesarios, sobre una base de prueba y error, de selección natural, los que tratan de estabilizar la fluidez, y con ello lograr el equilibrio, de las condiciones que informan el proyecto. Estos acomodos, no los tiesos e idealizados partidos generales. [...]

[texto. fragmento de 89, 91 por Mauricio Pezo] [Imagen. de Getty Images] [sitio. pezo von ellrichshausen]